202110012022
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En los pueblos es más común saludarse al cruzarse con alguien que en las ciudades. En las ciudades, de hecho, es impensable.
Esto es en primer lugar por la frecuencia de ver a alguien en una ciudad. No es agradable tener que ir saludando a todo el mundo, sobre todo cuando asumimos que no volveremos a ver a esas personas.
En los pueblos se convive con toda la población en un número más reducido de espacios y, aún más importante, entre las personas que consideramos conocer cabe un porcentaje mucho mayor de la población. Uniendo estos dos factores, es más fácil predisponerse a establecer conversaciones, o al menos un mínimo contacto (el saludo al pasar) con la gente con la que esperamos encontrarnos esporádicamente.
En los pueblos las relaciones entre mucha más gente se establecen y evolucionan. Es por ello que a veces se da la a priori paradoja de que la gente se siente más sola en las ciudades que en los pueblos.
Sobre el saludo y su función social, muy relacionado con este tema: [[El saludo al cruzarse]].